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jueves, 14 de noviembre de 2013

Venezuela participa por primera vez en estudio sobre Trastorno Bipolar


La palabra bipolar se ha popularizado a través de los años. Las personas suelen acuñar el término para calificar cualquier cambio repentino de ánimo en sus amigos, parientes y hasta en los compañeros de trabajo. Pero la bipolaridad va mucho más allá que el simple hecho de tener una personalidad temperamental. Sus efectos sobre quien la padece y su entorno más cercano suelen ser devastadores cuando no se trata de manera oportuna y eficaz. La buena noticia es que Venezuela participó en el estudio Wave−BD (Wide Ambispective Study – Bipolar Disorder) que concluyó que las terapias utilizadas en nuestro país para tratar esta patología son muy parecidas y arrojan resultados similares a las empleadas en otras partes del mundo. 


La Dra. Mónica Bifano, psiquiatra y secretaria del Colegio Venezolano de Neurospsicofarmacología, refiere: "Por primera vez pudimos participar en este estudio con 225 casos y se demostró que 89% del total de pacientes involucrados recibieron tratamiento combinado con más de un fármaco. Es decir, que los médicos en nuestro país estamos alineados con lo que se prescribe para tratar el Trastorno Afectivo Bipolar (TAB) en otras partes del planeta". Esta investigación, patrocinada por AstraZeneca, comparó la evolución clínica, el tratamiento y otras variables de 2.896 pacientes con TAB provenientes de 10 países, ocho europeos y solo dos latinoamericanos (Venezuela y Brasil). 



"El TAB es una enfermedad funcional del Sistema Nervioso Central caracterizada por fases alternadas (de intensidad variable) de euforia y depresión, o la combinación de ambos, con períodos de total normalidad en el medio llamados eutimia", explica la Dra. Bifano. 



Los síntomas de este trastorno pueden pasar desapercibidos o no presentarse en su totalidad, sino solo algunos de ellos. Si se trata de un episodio de euforia, los signos son: humor, alegría u optimismo extremo (puede haber irritabilidad); pensamiento y lenguaje acelerados; disminución del sueño; aumento del apetito sexual y toma de decisiones arriesgadas (inversiones, gastos, aventuras, etc.). "Al preguntarle al paciente sobre cómo se siente, este contesta: ‘Mejor, imposible', y es aquí cuando uno se preocupa. Para lograr un diagnóstico y tratamiento adecuados dichas señales de alarma deben estar presentes en el individuo, al menos, durante dos o tres semanas de manera ininterrumpida".



En el caso de una fase depresiva, los síntomas son: insomnio o exceso de sueño, dolores y quejas frecuentes (sensación de estar enfermo), inapetencia o apetito en exceso, pensamientos catastróficos, irritabilidad, sentimientos de culpa, falta de deseo sexual, falta de concentración y aburrimiento. "La principal señal de alarma para sospechar si se está o no en presencia de un TAB es que la persona modifica repentinamente su comportamiento y este cambio se mantiene en el tiempo; sus relaciones familiares, laborales y sociales se ven afectadas; toma de decisiones inapropiadas, etc. Todo esto ocurre sin que exista algún estímulo o situación que justifique su conducta". 



En Venezuela no existen cifras oficiales sobre la incidencia de TAB, pero se estima que entre 3 y 5% de la población mundial la presenta. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), patologías como esta son la principal causa de discapacidad entre los individuos de 10 a 24 años de edad. 



FUENTE: Artículo y Foto de www.entornointeligente.com

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