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sábado, 11 de enero de 2014

¿Qué es una enfermedad mental?

Datos sobre las enfermedades mentales

¿Qué es una enfermedad mental?

Las enfermedades mentales son condiciones médicas que interrumpen el pensamiento, los sentimientos, el humor, la habilidad de relacionarse con otros y el funcionamiento diario de una persona. Así como la diabetes es un desorden del páncreas, las enfermedades mentales son desórdenes que a veces disminuyen la capacidad que tienen las personas para afrontar las demandas ordinarias de la vida.

Entre las enfermedades mentales serias se encuentran: la depresión, la esquizofrenia, el trastorno bipolar, el trastorno obsesivo-compulsivo (TOC), el trastorno de pánico, el estrés post-traumático (PTSD por sus siglas en inglés), y el trastorno de la personalidad. La buena noticia sobre las enfermedades mentales es que su recuperación es posible.

Las enfermedades mentales pueden afectar a cualquier persona, sin importar su edad, su raza, su religión o su clase social. Dichas enfermedades no son el resultado de alguna debilidad personal, de la falta de carácter o de la indisciplina. Lo importante es saber que estas enfermedades son tratables. Por esto, la mayoría de las personas que padecen una enfermedad mental seria puede experimentar una gran mejoría si participan activamente de un plan de tratamiento individual.

Junto al procedimiento médico, los tratamientos psicosociales, como la terapia del comportamiento cognitivo, la terapia interpersonal, los grupos de apoyo y otros servicios de la comunidad pueden ser parte del tratamiento y facilitar la recuperación. Además, una dieta equilibrada, el ejercicio físico, el descanso adecuado, las relaciones interpersonales y las actividades remuneradas o voluntarias contribuyen a la salud y al bienestar total, incluyendo la recuperación de las enfermedades mentales.

Algunos datos importantes sobre las enfermedades mentales y su recuperación son los siguientes:
 Las enfermedades mentales son desórdenes físicos que no dependen ni de la personalidad ni de la inteligencia del individuo, por eso requieren tratamiento profesional ya que no se pueden superar sólo con la "voluntad".

► Los desórdenes mentales tienen diferentes niveles de severidad. Aunque cualquier persona puede padecerlas, sólo el seis por ciento de la población padece una enfermedad mental; o sea, uno de cada diecisiete americanos sufre de enfermedades mentales serias. Por otra parte, se estima que una de cada cinco familias en los Estados Unidos se encuentra afectada por las enfermedades mentales.

 La Organización Mundial de la Salud reportó que cuatro de cada diez incapacitados en los Estados Unidos y en los otros países desarrollados padecen desórdenes mentales. Para el año 2020, la depresión será la causa principal en el mundo de la incapacidad entre mujeres y niños.

 Las enfermedades mentales generalmente atacan a personas en el apogeo de sus vidas, a menudo durante la adolescencia o durante los primeros años de la adultez. Todas las edades son susceptibles, pero los jóvenes y los ancianos son especialmente vulnerables.

 Sin el tratamiento adecuado, las consecuencias de las enfermedades mentales para el individuo y para la sociedad pueden ser graves. Entre éstas sobresalen la: incapacidad innecesaria, el desempleo, el abuso de sustancias, la falta de vivienda, el encarcelamiento o el suicidio. El costo económico, en los Estados Unidos, de las enfermedades mentales no tratadas es más de cien mil millones de dólares anuales.

► Hoy en día, los mejores tratamientos para las enfermedades mentales serias son altamente eficaces; entre el setenta y el noventa por ciento de los pacientes que reciben un tratamiento adecuado con medicamentos y ayuda psicosocial tienen una reducción significativa de los síntomas y, por consecuencia, una mejor calidad de vida.

 Con el tratamiento farmacológico y una amplia gama de servicios adaptados a sus necesidades, la mayor parte de la gente que vive con enfermedades mentales serias puede reducir grandemente el impacto de su enfermedad. Un concepto muy importante es adquirir maestría en el desarrollo de estrategias para manejar el proceso de la enfermedad.

 La identificación y el tratamiento temprano son de vital importancia.Un diagnóstico y tratamiento temprano logrará que la recuperación sea más rápida y que los daños sean menores.

 El estigma que la sociedad le brinda a las enfermedades mentales no permite creer que dichos desórdenes son una condición real y tratable. Se ha permitido que el estigma y un sentido injustificable de obstaculicen el tratamiento y la recuperación. Es hora de remover estas barreras.

Fuente: www.nami.org

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