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miércoles, 25 de junio de 2014

Actitudes que pueden dificultar la recuperación de un paciente con trastorno bipolar

A lo largo de los años he notado que determinadas líneas de pensamiento pueden interferir en el proceso de convalecencia. Algunas veces estas actitudes prefiguran el momento en que el propio paciente interrumpirá su tratamiento. He aquí algunos ejemplos de afirmaciones que he oído y que reflejan estas actitudes tan contraproducentes. 
  • “Creo que no me conviene estar siempre tomando medicinas”
  • “No creo que mi trastorno bipolar sea tan grave”
  • “ Quiero dejar de tomar la medicación para comprobar si es cierto que padezco un trastorno bipolar”
  • “No quiero saber cómo me siento si no tomo las medicinas”
  • “Quiero averiguar si soy capaz de recuperarme por mis propios medios”“ No quiero tomar las medicinas porque no son más que una muleta”
  • "Con tesón y fuerza de voluntad, estoy seguro de que podré superar la enfermedad sin tomar medicamentos”
  • “Quiero un tratamiento, pero quiero empezar más adelante”
  • “Todavía tengo dudas sobre si realmente padezco o no un trastorno bipolar”
  • “Ninguno de mis amigos cree que tengo un trastorno bipolar”
  • “Hablé con un profesional que me dijo que está seguro de que no tengo un trastorno bipolar”
  • “Leí en un rato que no me conviene tomar medicinas para el trastorno bipolar”
  • “En primer lugar, me gustaría probar una dieta y un tratamiento con minerales”
  • “Estoy seguro de que no tengo la enfermedad. No he estado enfermo en toda mi vida”.
  • “Todos mis problemas son producto de las circunstancias. No me faltan razones para actuar de esta manera”
  • “Yo no tengo la culpa. En realidad, la culpa es de mi trabajo, mi esposa, mi madre, mi novio, mi casa, esta ciudad, este gobierno, este país, etc”
  • “Si pudiera salir de este lugar, seguro que me encontraría mucho mejor”
  • “Si pudiese dormir un poco (o mantenerme despierto), entonces todo me iría mucho mejor”
  • “ Yo puedo manejar esta situación. ¿Es qué no puedes confiar en mí?”
  • “Mi médico ya no me gusta”
  • “Ya no confío en la medicina tradicional”
  • “Siempre he tenido buena suerte. No te preocupes. Confía en mí. En poco tiempo todo se resolverá”.
1. ¿Cuál es la causa más común del fracaso de los tratamientos en el trastorno bipolar?

Negarse a tomar la medicación o interrumpirla definitivamente. Básicamente, los fármacos son el único recurso que puede normalizar los procesos de pensamiento e impedir la recurrencia de la manía y la depresión. Está ha demostrado que cuantas veces se interrumpa abruptamente la medicación, mayor será el agravamiento de la enfermedad bipolar.

2. ¿Cuál es la creencia más común que plantea un obstáculo en el camino hacia la recuperación?

“Ahora estoy bien. En consecuencia, ya no necesito tomar la medicación”. Lo anterior constituye un grave error en la lógica de la enfermedad aunque algunas personas con trastorno bipolar consideran que tiene sentido. Si como consecuencia de tomar la medicación usted se siente mejor, entonces lo más inteligente será seguir tomando sus medicinas al objeto de mantener ese estado de bienestar. Si usted mejora, esto no se debe a que su enfermedad ha desaparecido misteriosamente; antes bien, significa que la medicación es correcta y está eliminando los síntomas de la enfermedad.

3.  ¿Cómo puedo saber si he tomado la medicación el tiempo suficiente para que funcione? No quiero darme por vencido.

Le aseguro que usted necesita un período de al menos seis meses de prueba con los tres principales eutimizantes en dosis moderadas y altas, antes de que se pueda determinar a ciencia que estos fármacos no podrán ayudarle. He a bordado este asunto con muchos pacientes que, habiendo sido considerados sujetos totalmente refractarios al tratamiento, respondieron bien después de haber hecho suyo un ensayo en condiciones con un fármaco estabilizador del ánimo adecuado.

4. ¿Tiene constancia de que haya personas que no responden a ningún tratamiento?

A lo largo de mi carrera profesional, menos de una docena de personas no han respondido satisfactoriamente a la administración de la medicación en dosis adecuadas. En la mayoría de los casos, estos individuos habían sufrido episodios maníacos recurrentes e incontrolados durante muchos años, y consumiendo alcohol y otras sustancias nocivas inmoderadamente. Unos pocos eran jóvenes que anteriormente habían sido tratados con antidepresivos y arrastraban un historial de episodios maníacos frecuentes que se remontaba hasta su infancia. Incluso en estos casos, los síntomas bipolares podrían reducirse con la administración de la medicación adecuada y un esfuerzo sostenido para introducir cambios saludables en su estilo de vida.

5. ¿Qué puedo hacer cuando todo parece estar fracasando?

Éste es un buen momento para dar un paso atrás y analizar objetivamente las razones del fracaso. Es muy frecuente que el tratamiento fracase a causa de otros problemas de salud que en su día pasaron inadvertidas o fueron descartados. Le pondré un ejemplo: he vivido un buen número de casos donde el consumo de alcohol y drogas ha saboteado las bondades del tratamiento médico. Cuando estas personas finalmente conseguían dejar de consumir bebidas alcohólicas y otras drogas, su medicación les devolvía su buena salud. En algunas ocasiones, la concurrencia de una lesión cerebral o una enfermedad física bloquea la efectividad del tratamiento. Será tiempo de repetir el examen físico inicial. De manera análoga, negarse a reducir el estrés que soporta en su vida diaria, no acostarse a una hora razonable, no seguir una dieta equilibrada, o no hacer ejercicio en dosis moderadas, son prácticas que pueden sabotear el tratamiento contra el trastorno bipolar. Cuando se detecten estos problemas, será necesario corregirlos si queremos albergar alguna esperanza de conseguir un buen tratamiento.

6. ¿Cuándo puede decirse que el trastorno bipolar es incontrolable? 

"El trastorno bipolar únicamente será incontrolable cuando usted se dé por vencido".



AUTOR: Dr Wes Burguess - estracto del Libro "Manual del Trastorno Bipolar" - Título Original "The Bipolar Handbook" Traducido al español por Jorge Conde
Ediciones RobinBook, s. 1.
Barcelona. 2007
ISBN: 978-84-7927-905-9 
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