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miércoles, 6 de mayo de 2015

La estigmatización mediática y la enfermedad mental

"El alumno de la ballesta sufre un trastorno mental". Este titular de prensa, publicado en un diario de tirada nacional, proclamaba que un posible "brote psicótico", palabras pronunciadas por la consejera de Educación de la Generalitat de Cataluña, habría motivado la muerte de un profesor a manos de un alumno de segundo de ESO en un instituto de Barcelona. "Un chaval normal de una familia normal", tal y como lo describían sus compañeros.
La palabra "normal" también aparecía asociada al piloto de Germanwings que estrelló un avión de la compañía en los Alpes franceses. Aunque no tardaron en aparecer sus antecedentes psiquiátricos. Ambos sucesos, tan trágicos y mediáticos, han vuelto a poner de manifiesto el hecho de que las personas que cometen actos de violencia tan espantosos sufren una enfermedad mental. Es como si la sociedad necesitara explicarse algo tan terrible a través de los trastornos mentales, en vez de asumir que el mal y la violencia acompaña a la humanidad a lo largo de su historia. Cada día mueren miles de personas en el mundo en guerras, hambrunas, masacres, terrorismo o violencia de género. Y el 97% de quienes cometen esos crímenes no padece ningún trastorno. Solo el 3% de las personas con enfermedad mental comete actos violentos a causa de su enfermedad, cuando no reciben el tratamiento adecuado.
La idea de que la enfermedad mental esta íntimamente relacionada con la violencia no tiene base científica. Las personas que la padecen rara vez son peligrosas para la sociedad en general. Lo más normal es que realicen conductas agresivas hacia ellos mismos o hacia el entorno familiar y sean víctimas de abusos y malos tratos, además de ver vulnerados sus derechos.
De hecho, son personas como cualquier otra: estudian, trabajan, tienen familia, hijos, amigos, ejercen sus derechos y obligaciones como ciudadanos. Su enfermedad no supone ningún impedimento para poder llevar una vida normalizada y estar plenamente integrado en la sociedad. El único rasgo que puede distinguir a este colectivo son los apoyos necesarios para favorecer su autonomía personal y una vida independiente.
¿Por qué se dice en titulares que el asesino era esquizofrénico? Nadie lo menciona cuando es diabético o hipertenso. Se debería evitar "etiquetar" a las personas con problemas mentales llamándolas, por ejemplo, "esquizofrénicos", por la misma razón que no se dice "sidoso" ni "canceroso". También habría que evitar informaciones sensacionalistas, tendenciosas y no contrastadas, y romper la asociación entre enfermedad mental y violencia.
En ese sentido, es lamentable que muchas personas no sean capaces de ver a la persona, sino solo al enfermo, como si su problema totalizara todos los aspectos de su vida: "Esta no es Alicia, una abogada que fuma a escondidas y a la que le encanta el senderismo, el cine y los musicales. Solo es alguien con trastorno bipolar". Hablamos de una realidad que afecta a una de cada cuatro personas a lo largo de la vida. Todos tenemos probabilidades de padecer una enfermedad mental, al igual que ocurre con muchos otros tipos de enfermedades.
Entendemos que la falta de tiempo y de especialización contribuyen a que los medios de comunicación reproduzcan prejuicios sobre la enfermedad mental, que está sobredimensionada en las secciones de Sucesos e infrarrepresentada en las de Salud. Desde este colectivo que represento creemos que una armonía entre la tiranía del lenguaje políticamente correcto y la operatividad de las palabras --es entendible que 'persona con enfermedad mental' no cabe en un titular--, con la sensibilidad y falta de prejuicios que merece el colectivo podría ayudar a informar con más rigor sobre la enfermedad mental.
En todo caso, el mejor modo de evitar que una persona con esquizofrenia protagonice un hecho violento es prevenir: evitar que abandone su medicación, mejorar la atención sociosanitaria y apoyar a su familia. Y para difundir esos mensajes los medios de comunicación son una herramienta indispensable.
Por Antonio Garrido - Presidente de Asaenec (Asociación de allegados y personas con enfermedad mental de Córdoba.España)

Fuente: www.diariocordoba.com

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